Descripción

Llevo cerca de 20 años juntando y coleccionando libros, revistas y mucho material impreso, no ha sido fácil, he tenido que recorrer puestos, locales, tianguis, tiendas y demás en busca de ello.

A partir de mi acceso a internet, me he enterado de la existencia de más material y es el que actualmente me ayuda en su búsqueda y localización.

En este su blog, me encuentro subiendo imágenes de este material con el fin de compartirles lo que he encontrado y lo que aún sigo en su búsqueda.

Si en algún momento algún autor, siente que me encuentro violando sus derechos en el material que expongo o las citas bibliográficas tienen errores, por favor indíquenmelo y procederé a eliminar el material o a corregir las citas bibliográficas.

Email: fernando.jorge.flores16@gmail.com

viernes, 20 de septiembre de 2013

Déja de fingir y llama a seguridad

   
  Juan Beat
juanbeat@yahoo.com   
     
  JB había metido una solicitud para un empleo que consistía en lavar letrinas en los baños de un centro comercial. Llegó a la entrevista y supuso que no debía ir presentable. Vestía un pantalón como 3 tallas más grande que la suya, una sudadera negra llena de manchas blancas y una gorra negra que al parecer estaba sudada. JB tocó la puerta de la oficina de recursos humanos y contratación de personal. Lo recibió una secretaria y lo hizo pasar. -----siéntese señor, en un momento viene la señorita Cross----- JB fue hacia un gran sillón café, se sentó y tomo un viejo periódico, pensó en el apellido Cross, nunca lo había escuchado. Se imaginó que debía ser una mujer alta, de cabello rizado, con un léxico apropiado y con un automóvil automático de reciente adquisición. Sin interés revisó el periódico y de vez en cuando miraba las nalgas de la secretaria. La música del lugar era demasiado tediosa, todos los temas se parecían; la secretaria movía su pie "rítmicamente" con la música, aveces hasta movía sus caderas y con sus dedos daba pequeños golpes sobre un archivero. JB estaba aburrido, tenía comezón en los pies y decidió quitarse el tenis derecho, se deshizo de su calcetín roto y se comenzó a rascara la planta del pie. ------Señorita, tendrá una pluma que me pueda prestar---- dijo JB. La secretaria sin decir nada tomó una pluma negra se acercó al sillón y le extendió la mano ofreciéndole la pluma. JB agarró la pluma y vio como se alejaba la secretaria moviendo sus nalgas y sin preocuparse del porque se había quitado el calcetín y el tenis. JB quitó el tapón de la pluma y comenzó a rascarse la planta del pie con aquel tapón. Sentía bastante placer al hacer eso, por alguna razón siempre que se rascaba fuertemente la planta del pie sentía una sensación agradable y de vez en cuando tenía una erección.


Cuando JB estaba terminando de amarrar la agujeta de su tenis, se abrió la puerta y entró alguien que el ya conocía. -----Señorita Cross, este señor la ha estado esperando para la entrevista------ dijo la secretaria. La señorita Cross dirigió su mirada hacia el sillón y se dio cuenta de que era JB, ella se mostró tranquila y fingió no conocerlo.----Pase por acá por favor------ dijo la señorita Cross. JB se levantó del sillón, miró por último las nalgas de la secretaria y entró a la oficina de la Señorita Cross.


La señorita Cross siguió fingiendo. -----¿Usted es el Sr. JB? veo que terminó su licenciatura. ¿Qué hace aquí solicitando un empleo de intendencia?------ JB se quitó la sudadera, limpió sus lentes y le contestó: "es lo único que se hacer, lavar retretes, fregar pisos y quitar manchas difíciles de los mingitorios... No podría hacer otra cosa. ¿Es mío el trabajo?. La señorita Cross se levantó de la silla, sacó de un archivero un sobre tamaño carta y se lo dio a JB. ----- Sr. JB, creo que esto es suyo---- JB tomó el sobre, lo abrió y sacó los papeles. Eran al menos 10 cartas, que hace un par de años JB le había escrito a la señorita Cross. Durante 5 minutos ninguno de los dos dijo algo. JB volvió a meter las cartas en el sobre, se levantó de la silla y le dijo a la señorita Cross ----creo que el empleo es mío, pero faltaría mucho al trabajo. Claro, a menos que mi horario sea de 2 de la tarde a 7 de la noche. Como es difícil que acepte mis condiciones, aquí esta mi renuncia. JB sacó la pluma que la secretaria le había prestado y escribió sobre una hoja blanca: "deja de fingir y llama a seguridad" JB le entregó el papel y salió del edificio. No sin antes darle las gracias a la secretaria por facilitarle la pluma. Mientras JB bajaba las escaleras se preguntó: ¿qué demonios hizo esta mujer con su apellido?. 

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