COMO UN
POCK VAPULEADO
Juan
Beat
juanbeat@yahoo.com
Idalia:
Cuantas
malditas cartas no te he escrito, y creo que la mayoría ni siquiera las leías o
como era la costumbre de no se quien de tu familia las abría, leía el contenido
y luego las usaban como combustible para el boiler de leña. Pero heme aquí,
aplastado frente a una mac cuadra (la cual fue la única que durante muchos años
usé para conectarme a la red), picándome la encía, con un reproductor de mp3
conectado a unas bocinas. Lo que mucha gente me ha preguntado es el por qué
siempre escribo sobre ti, quizás los pocos lectores que pueda llegar a tener ya
estén hartos de siempre leer: Idalia... Idalia; sin embargo a quién le podría
reprochar tantas cosas sino a ti, o quien ha sido capaz de dormir mientras en
la tv pasa taxi draver o las noches salvajes. No tengo alguna razón en
específico por la cual siempre mis estúpidas cartas vayan dirigidas hacia a ti
y no a Grissel. Quizás porque es mucho más fácil comportarme aveces de la
mierda con Grissel para que se dé cuenta de lo patético que soy. Esto puede
parecerte aburrido, pero ya te darás cuenta después de leer esto, de cómo eran
las cosas y lo que he tenido que pasar después de que se te ocurrió hacerte la
orgullosa.
Antes de
que yo, Juan Beat, por alguna razón comenzara a sentirme bien contigo, tenía
cierta probabilidad de tener éxito en el Hockey. Jugué casi 2 años y medio y no
me fue tan mal. Comencé a jugar en la pista de san jerónimo; yo y mis 1.59 de
estatura se habían convertido en el goalie (portero) más asqueroso de toda la
liga local, en promedio cada 2 partidos me iba expulsado por cross check... o
simplemente por golpear las piernas con mi stick a los jugadores que intentaban
intimidarme con su gran estatura. Ya después de un mes era fastidioso ir cada
lunes y viernes a entrenar. Descansé durante aproximadamente 2 meses y decidí
volver a las pistas de Hielo. Me inscribí en la pista de Sportica (a la cual me
costaba al menos 2 horas llegar), en ese entonces apenas cumplía los 18 años y
por ello me tocó entrenar con el equipo mayor, mi horario de entrenamiento era
martes y jueves de 9 a11 de la noche. El primer día que fui nadie sabía de mí
(ni siquiera recordaban alguno de los partidos que se jugaban entre san
jerónimo y sportica), entré a los vestidores y me enfundé en un jersey de los
pingüinos de pisttsburgh, con el número 66 y con el nombre de LEMIUX (el mejor
jugador de hockey de todos los tiempos en la NHL). A las 9 en punto entramos
todos a la pista, las edades de mis compañero oscilaban entre los 25 a los 35
años. Nuestro entrenador, el cual tenia un nombre muy chicano (Mike López),
pero que no hablaba casi nada de español nos dividió en 2 equipos. ---Tu
Lemiux, pante de goalie... Do you speak english?---- Le contesté en inglés que no traía
cuellera ni casco (no acostumbraba jugar con él) a lo que me contestó:
"take my helmet". Tomé el casco, y me fui a parar en la net. Antes de
que se cumpliera el primer minuto de juego vi venir a 2 jugadores del equipo
oponente, uno de ellos que traía un stick bauer de aluminio golpeó el pock
dirigiéndolo hacia un barda, "rebotó" en ella y el pock quedó en el
centro a unos escasos 4 metros de mí. El otro jugador que le acompañaba le pegó
al pock y salió un tiro fortísimo a media altura hacia la derecha de mi. Como
pude me lancé hacia la izquierda estirando lo más que pude mi stick y levanté
mi pierna derecha hacia donde venía el pock. Cuando mi pierna quedó al ras del
hielo, vi que el pock había sido atajado por mis pequeñas y baratas rodilleras
CCM. Tomé el pock y despejé hacía un compañero. Esa primera jugada fue la que
me dio confianza en todo el partido, ese día ganamos 7 a 0. Al terminar el
partido mis compañeros me felicitaron... y el goalie titular del equipo (que
había llegado 10 minutos antes de que finalizara el juego) se acercó y me dijo:
---Donde aprendiste a jugar así---- En la calle ----No te dolieron los
madrazos, no traes sholder ni pads de goalie, ni siquiera el stick--- si me
dolía pero me aguanté... A partir de ese día de cierta forma me gané el respeto
de mis compañeros y de alguno que otro contrincante. Solo una vez me fue mal...
me anotaron 8 metas en un partido (más de lo que me habían anotado en 4 meses).
No tenía pretextos, pero ese día me puse un equipo de un tipo que pesaba 80 kgs
y media 1.90. Después de lanzarme por el pock no podía ni siquiera levantarme,
era mucho el peso que estaba cargando. Alguna que otra vez jugué de centro y en
10 partidos anoté 13 metas, así que todo iba bien, se aproximaba un campamento
en New York con las filiales de los New York Rangers (uno de mis equipos favoritos
en donde jugaba en ese entonces Mark Messie y Mike Ricther); como lo mencionaba
todo iba bien... sin embargo, un martes sufrí un accidente, dos de mis dedos
quedaron aplastados, no paraba de sangrar y me convulsioné en 2 ocasiones, Mi
amigo Israel (el cual jugaba también hockey) me llevó al hospital, tuvieron que
coserme los dedos y después hacerme una especie de cirugia. Todo eso me llevó
unos 3 meses; pasó el campamento en new york, mi equipo casi estaba
desapareciendo porque la mayoría de mis compañeros habían dejado de ir, además
estaban en el ultimo lugar de la liga. Regresé a jugar y me acomodaron el
equipo del Liceo Franco Canadiense, la mayoría era "niños ricos
desmadrosos" de 17 y 18 años. Los dos primeros partidos solo jugué 10
minutos en total; al tercer partido, me avisaron que el golie no había llegado
y que iba a jugar desde el principio. Acabó el partido con el marcador de 0 a
0, en los tiempos extras quedamos igual, solo quedaban los penalty shots. En
los penalty shots, un jugador toma el pock desde la mitad de la pista y
"puede acribillar al golie" como se le de su gana. Me anotaron los
dos primeros de cinco. Al cuarto penalty shot el marcador se encontraba 4 a 3 a
favor de nosotros. Si detenía el penalty ganábamos. Salí un poco de la net y
esperé que le jugador de colegio santa fe tomara el pock. Tomó el pock e iba
moviéndolo de un lado a otro con gran velocidad, al llegar a unos metros fuera
del área del golie, patinó hacia la derecha , movió su stick a la izquierda y
con la parte inferior de éste golpeó el pock. Me lancé hacia la izquierda, y de
nuevo mi pierna derecha fue la que detuvo el tiro. Después de ese "gran
juego" (yo lo considero así), estuve como goalie titular durante un mes.
Un martes que iba a la pista, 5 tipos armados me asaltaron fuera del metro
chapultepec, me quitaron 2000 pesos (1000 era la mensualidad delo hockey, y los
otros 1000 eran para unos guantes nuevos), mi chamarra de los pingüinos de
pittsburgh y mi jersey preferido de Mario Lemiux. Esporádicamente estuve yendo
a jugar y en ese entonces cursaba el 3 semestre en la universidad. Después de
ver mis opciones académicas decidí trabajar en un laboratorio de Investigación
en Farmacología Conductual... fue entonces cuando dejé el hockey
definitivamente.
Académicamente
no tenía mayor problema, comenzaba el tercer semestre con un promedio de 10.0,
ya no tenía el hockey, pero si el interés por la psicología experimental
principalmente. No era de ninguna forma pesado tomar 5 clases y 4 laboratorios,
además de hacer prácticamente todos los trabajos de las materias en las cuales
los "amables profesores" nos hacía hacer las cosas en disque equipo.
Y eso no era suficiente, también hacía los trabajos de las mujeres que me
gustaban, como por ejemplo de Sugey (y en segundo semestre a una argentina
bastante agradable llamada Mariana Rosello). No sirvió de mucho pasar las
tardes dentro de la biblioteca escuchando los murmullos, gritos y chistes de lo
que se suponía entraban a estudiar. Por lo regular al filo de las 2 de la tarde
aparecía por el salón en el que Sugey tomaba clase, esperaba a que saliera y
juntos nos dirigíamos hacia la biblioteca. Y sí, como te lo imaginas, Sugey
tranquilamente sentada, escribiendo todo lo que yo le dictaba. Y así hasta las
5 o 6 de la tarde.
Recuerdo
una vez que no quise ayudar a Mariana Rosello (eso fue en segundo semestre);
era peligroso hacerlo; yo había aprobado con 10 la materia de lógica simbólica,
la cual era impartida por la Profesora Blanca Reguero, quién se caracterizaba
por su sarcasmo y que a mí en lo particular por lo menos no me hacía sentir un
inútil (tu la recordaras también, pues en esa clase íbamos juntos, aunque en
ese tiempo tu pensabas que yo no valía ni una botella de aguarras... no lo sigo
valiendo, pero ahora... no podrás decir que juan beat no metió el culo hasta el
fondo por sentarse a tu lado en un vagón del metro atascado de estudiantes) y ,
de hecho cuando astromanx, el ajuscoman y yo, nos presentamos en el salón
méxico a leer nuestra basura, Blanca fue y aguantó todas nuestras guarreces,
creo que nunca pensó vernos tras una cabina, comiendo sandia robada de una
ofrenda de muertos, leyendo poemas y escuchando surf y ska. Pero como te iba
diciendo La tal Marianita Rosello quería que yo presentara su examen
extra-ordinario de lógica. Hazme el puto favor... pues no lo hice, y ella me
mandó a la chingada. Ni siquiera me sentí mal, era una mujer que me gustaba,
pero nada más... Sin embargo había tantas mujeres que me gustaban que no perdí
la práctica en hacer traducciones del ingles al español, revisarles una y otra
vez las ecuaciones y los procedimientos de la estadística, enumerarles cientos
de veces que diablos hace la serotonina... y cosas así por el estilo. Mi
problema es que desde que estaba en el bachillerato me gustaron las mujeres con
novio; el "equivalente a ti" en el CCH fue ETNA. No he sabido nada de
ella, la última noticia que tuve de la mujer que tenía por ídolos a Metallica,
que fumaba cajetillas y cajetillas de cigarros, que durante un par de meses
estuvo pasando al salón en el cual yo tomaba la última clase para que la
acompañara a la biblioteca, tomara un libro de lectura y redacción, se
despidiera de su ex-novio (solo me duró el gusto 2 meses... después regresó con
él, pero yo seguí insistiendo, creo que tuvo otros dos novios más y aún así no
me di por vencido) y acabáramos sentados en la banqueta esperando a que el
microbus que iba hacia tasqueña pasara vacío, fue que estudiaba diseño gráfico.
Aún recuerdo la última vez que la vi. Iba yo caminando hacia la clase de
psicología cargando mi stick y mi maleta para el hockey, con la cabeza agachada
mirando hacia el piso, cuando escuche:
----Juan
---- Etna ?
Tenía ya un buen que no te veía
---- Sí, yo
también. Oye, qué carrera escogiste
----
Psicología
----
¿Psicología?
---- Sí,
así es...
----Pero
por qué, si me habían comentado que estas trabajando en un laboratorio en la
Facultad de Química
----
estaba... me aburrí, me fastidié... ahora lo que me interesa es jugar Hockey
---- bueno,
si eso es lo que quieres...
---- si,
eso quiero hacer. Y tu qué carrera escogiste.
---- Me
toca dentro de dos días, aun estoy pensándolo. Ojalá te pueda ver de nuevo...
---- sí a
mi me gustaría también. Y que fue se Sinoé.. andas con él o ya regresaste con
tu amorcito de siempre.
----- Sigo
con Sinoé...
---- que
chido, me cae bien... Thanx por aquellos dos meses
---- ja...
fue un placer...
----bueno
Etna, me tengo que ir...
--- Nos
vemos Juan...
Le di un
beso en la mejilla, y seguí mi camino.
Lo de Etna
no estuvo tan mal, me fue peor con Gabriela, Karla, Cecilia, Laura etc etc...
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